El dolor recorre todo mi cuerpo alcanzando mi corazón, como una afilada daga, que se hunde, hasta el más profundo de sus rincones. La mitad de mi alma, el sentido de todo mi ser, me ha negado su amor, mi amor. Porque el amor era uno al igual que nuestras almas, destinadas a fundirse desde el momento en que nuestras miradas se cruzaron.
Durante cinco largos años solo el amor me mantuvo vivo
Ese mismo amor, que durante cinco largos años me mantuvo vivo, contrarrestando todo el odio y la desolación que se dispersaba en cada campo de batalla, aferrándome a la esperanza de volver a oír tus dulces palabras, iluminarme con cada una de tus sonrisas y, poder, al fin, besar tus labios, uniendo nuestras almas y nuestros corazones.
Luché, por ti, por mi, por nosotros
Cumplí nuestra misión, alentado por tu recuerdo y la promesa de tu amor. Luché, por ti, por mi, por nosotros, literalmente luché, y después de cada contienda eras tú lo único que ocupaba mis pensamientos, teniendo la certeza de que el momento de encontrarnos cada vez estaba más cerca, descontando horas, días, meses, años, sintiéndote más cerca en cada segundo que pasaba a pesar de la distancia. Logré la fortuna necesaria para ser digno de ti y de tu familia, guardándola como mi tesoro más preciado. Tu rostro se reflejaba en cada moneda, alumbrando las largas noches en las que me acompañaba tu ausencia. Ahora, cuando la muerte viene a buscarme, sé que todos mis esfuerzos fueron en vano.
Regresé a Teruel, para encontrarme contigo
Regresé a Teruel, para encontrarme contigo dentro del plazo establecido. La dicha me embargaba conforme me aproximaba a la ciudad que nos vio nacer. Sus calles, sus olores tan familiares me trasladaron a otra época en la que fuimos felices, jugábamos y reíamos, como sólo los niños saben hacer, dejándo crecer un amor que se fraguó prácticamente desde la cuna. Una felicidad que se esfumó para siempre al ver como toda la Villa celebraba tu enlace con Don Pedro de Azagra.
Sólo un beso
Corrí y grité por esas mismas calles que contemplaron nuestra felicidad, buscándote desesperadamente, convencido de que todo era un gran error. Fui hasta tu casa pidiendo sólo un beso, un beso que me diera el aliento necesario para vivir sin ti,sabiendo que únicamente podría subsistir con un corazón vacío, un beso que poder recordar para soportar el dolor de tu ausencia, un beso que me negaste y que ahora me condena a muerte.
GALERIA BALCON
Noto como mi alma abandona mi cuerpo, y con mi último aliento sólo deseo que allá donde vaya, antes o después vuelva a encontrarme contigo y recuperar ese beso que hoy me has negado y con él nuestro amor que siempre será eterno.